miércoles, 20 de abril de 2016

Córdoba tendrá la primera escuela de picadores


Rafael Casado, un apasionado del mundo del caballo, creará en Córdoba la primera escuela nacional de picadores. Casado comenzó a trabajar hace 31 años como mozo de caballos de picar en la cuadra de Rosalito, en Alcalá de Guadaira. En su trayectoria ha recorrido España y gran parte de Francia con distintas cuadras. Al final de la temporada pasada decidió constituirse como autónomo y crear su propia cuadra en el cortijo El Arenal (Camino de la Barca). Amigos y profesionales le animaron en esta aventura y ha comenzado con cinco caballos. Comenta que ha tenido que realizar una fuerte inversión pues, "aparte de los caballos, con sus correspondientes petos y aparejos, he adquirido un camión para su transporte y tres mulillas para el arrastre".

Casado cuenta con la confianza de la empresa Campo Bravo y quiere abrirse mercado por toda España. Asegura que "intenté ser picador, debutando hace treinta años en Dos Torres, a las órdenes del matador de toros Alberto Luna, pero me di cuenta que estoy más a gusto al lado del caballo".

Este empresario cordobés asegura que en España están los mejores picadores y que ha conocido a muchos de ellos "y sé lo que han luchado para llegar a ese puesto de privilegio, por eso creo que la Escuela de Picadores de Córdoba estará destinada a los chavales que se sientan atraídos por esta profesión". Añade que de esta manera los caballos tendrán más utilidad "con actividades como equinoterapia para los niños con problemas".

Respecto a la posible desaparición de la suerte de varas asegura que "es imposible que ocurra, porque es imprescindible para medir al toro, además se perdería una parte importante de la fiesta. Otra cosa es que al toro haya que darle los tres puyazos reglamentarios", asegura. Concluye que un buen caballo para picar debe ser español, bretón, noble, tranquilo, con buena morfología, fuerte de constitución, sin mucho peso y con buena doma.

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