viernes, 4 de septiembre de 2015

La Virgen de la Fuensanta y las Ermitas


Este año, en la Asociación de Amigos de las Ermitas, recibimos una llamada del Institut d’histoire de la Université de Neuchâtelde. Se dirigían a nosotros porque  realizaban estudio de ámbito europeo sobre las vírgenes aparecidas, y consideraban muy singular el cuadro que en el Desierto de Belén existe de la Virgen de la Fuensanta. Nos explicaba Nadine Beligand, una de las responsables del estudio, que esculturas había muchas, pero que lienzos de esta temática eran ciertamente escasos. Es objeto de nuestra Asociación difundir el conocimiento de nuestra queridas Ermitas; así que con diligencia mandamos toda la información a Raphaële Pernet, asistente de la investigación del Institut d’histoire de esta universidad suiza y coordinador de la parte gráfica del proyecto. Pronto dispondremos de los resultados de ese trabajo y el nombre de nuestras Ermitas quedará incorporado como referencia en el mismo. 
En fechas tan señaladas compartimos con los cordobeses esta obra, de la que Mercedes Valverde, directora de los Museos Municipales, ha destacado su importancia histórica.   
Existe una firme creencia sobre lo acontecido; que la Virgen de la Fuensanta se apareció a Gonzalo García acompañada de San Acisclo y Santa Victoria, mandando que diera de beber del agua que manaba al pie de un cabrahigo a su mujer, paralítica, y a su hija, que sufría demencia. Ambas recobraron la salud. Tras este suceso milagroso, las gentes que allí se acercaban, sanaban de sus dolencias al beber sus aguas; entre estas, un ermitaño de los que por entonces moraban en la Albaida, y que padecía ya más de tres años de hidropesía. De vuelta a su cueva y ya curado, pidió a Dios le hiciera merced de declararle por qué, habiendo otras fuentes o manantiales, sólo esta tenía la virtud de sanar a los enfermos. Un día, después de Maitines y estando en oración, Dios le reveló que, escondida en aquel tronco, existía una imagen de la Virgen que un devoto escondió durante la persecución musulmana en un cóncavo que el árbol tenía y que la naturaleza cerró después. Y que esto se le revelaba para que lo comunicara al obispo. Corría el año 1442, y así fue descubierta la venerada imagen, que posteriormente fue declarada co-patrona de Córdoba.
De esta aparición al ermitaño de la Albaida, existe en el sotocoro de la iglesia de Nuestra Señora de Belén, de Las Ermitas, un cuadro firmado en su ángulo inferior izquierdo: I. ESPEJO SAAVEDRA PINXIT ANNO 1813.
Más de cinco siglos han pasado desde aquellos acontecimientos y el culto a nuestra venerada imagen aún pervive. Todavía en los años 40 y 50 del siglo pasado, los padres de los recién nacidos llevaban a éstos a ofrecerlos a la Virgen y a ponerlos bajo su manto. Así lo hicieron muchos de nuestros padres con nosotros.
El día 8 de septiembre es una magnífica oportunidad para que, al menos una vez al año, nos acordemos de la Virgen de la Fuensanta. No podemos caer en lo absurdo dejando que lo accesorio predomine sobre lo principal, igual que un brazo es lo principal respecto a lo accesorio de un reloj de muñeca, al igual que para el hambriento la comida es principal y el color del plato lo accesorio, en esta fiesta mariana el que haya un caimán como exvoto o recuerdo colgado en una pared es absolutamente accesorio respecto a la celebración emocionada y festiva del día de la Virgen. Festiva porque es momento de compartir, de encuentro alegre, de unión, la exclusión no cabe para nadie, creyente o no creyente, que se acerque con buena voluntad a celebrar día tan grande.   
Los miembros de esta Asociación acompañaremos a la Virgen de la Fuensanta en procesión el domingo día 6 a las 9,30 h de la mañana hasta la Catedral. Animar a todos los católicos cordobeses a dar muestra de nuestra fe ese día junto a nuestra Señora. 
Juan Manuel Fernández
Presidente de la Asociación de Amigos de las Ermitas


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