Este Circulo busca preservar y difundir las tradiciones y costumbres cordobesas, potenciando las actividades culturales en todas sus formas, aspirando a convertirse en referencia de la marca Córdoba como representante de su idiosincrasia mas genuina y defensor de su carácter.
lunes, 27 de abril de 2015
viernes, 24 de abril de 2015
Este mes de abril se cumplen 70 años de la visita de san José María Escrivá de Balaguer a las Ermitas de Córdoba. Fue en la segunda de sus cinco estancias en Córdoba cuando, acompañado del arquitecto Jesus Alberto Cagigal y el sacerdote José Luis Muzquiz, subió a la cumbre de Nuestra Señora la Virgen de Belén.
El 1 de abril de 1945, domingo de Pascua, después de celebrar la Santa Misa en la iglesia de los Trinitarios de Antequera y reparada una pequeña avería del Studebaker, se dirigió a Córdoba, donde llegó a mediodía. Terminada, como venía haciendo ciudad por ciudad, la ronda de visitas se dirigió a las Ermitas, donde un viejo ermitaño les enseñó tan singular lugar. Al finalizar, Escrivá de Balaguer entregó una limosna y el eremita le dio de recuerdo una hoja con los famosos y populares versos de A. Fernández Grilo: "¡Muy alta está la cumbre!/ ¡La Cruz muy alta!/ ¡Para llegar al Cielo/ cuán poco falta! "
Esta hojita aún la conservaba entre sus cosas el día de su muerte.
J José Miguel Cejas recoge en sus textos: "El fundador del Opus Dei admiraba la vida religiosa --en este caso, la eremítica-- y el camino por el que Dios llamaba a la santidad a los ermitaños que han acudido a esa serranía desde hace siglos, apartándose del mundo. Y recordaba a las personas que viven en medio del mundo que debían encontrar a Dios en sus afanes cotidianos en medio de la calle, en la profesión y en la situación en la que Dios les llame. Por eso comentaba que ese encuentro con Cristo igual puede vivirse en la Gran Vía de Madrid. A igual distancia se puede estar del cielo en la plaza de la Cibeles que en el pintoresco monte cordobés".
Pidió san José María permiso para retirarse y en la ladera del monte, al abrigo de una gran peña, dirigió a los que le acompañaban una meditación espiritual. De estos quiero destacar a Jose Luis Muzquiz, que junto al ya beato Alvaro del Portillo y José María Hernández Garnica, fue ordenado sacerdote el 25 de junio de 1944 por Monseños Eijo y Garay, siendo, por tanto, uno de los tres primeros sacerdotes del Opus Dei. Los tres cuentan con la causa de canonización en marcha.
Se hospedaron en el Hotel Simón. Al día siguiente, Escrivá de Balaguer celebró la Santa Misa en la parroquia de San Miguel, mientras don José Luis Múzquiz lo hacía en la de San Nicolás de la Villa.
Se trata para la Asociación de Amigos de las Ermitas de efemérides muy importante, su visita ha sido referencia para otros muchos que han visitado el Desierto de Belén con posterioridad, destacando entre ellos a nuestro ejemplar baenense el cardenal Herranz, que pertenece a la prelatura del Opus Deí y que tan espiritualmente está unido a este eremitorio y su Virgen de Belén. Termino con esta cita de san Jose María que recoge el espíritu joven de nuestra Asociación:
"Voluntad. Energía. Ejemplo. Lo que hay que hacer, se hace... Sin vacilar... Sin miramientos... Sin esto, ni Cisneros hubiera sido Cisneros; ni Teresa de Ahumada, Santa Teresa...; ni Iñigo de Loyola, San Ignacio...¡Dios y audacia! " "Regnare Christum volumus!".
Juan Manuel Fernández
Presidente de la Asociaciónde Amigos de Las Ermitas
jueves, 9 de abril de 2015
Espectacular conferencia de Domingo Echevarria
En la sede de la Hdad. Del Rocío de Córdoba, el pasado 10 de abril de 2015, Domingo Echevarría, Vicepresidente de la Federación Provincial Taurina de Córdoba, y Secretario de la Asociación Campera Antonio Cañero, pronunció una conferencia bajo el título: “Cañero, Caballero Rejoneador y Cofrade”, en la que el ponente expuso, debidamente documentado, cada capítulo referente al título de la misma. Pasajes de la vida del genial centauro cordobés, quedaron bien patentes en el hermoso Salón de aquella hermandad, abarrotado de público, de Córdoba y provincia, dada la estrecha relación que Echevarría ha tenido con el pueblo jiennense de Porcuna y zonas limítrofes, en sus diecisiete años de director del IES “Obulco”,
localidades de las que se desplazaron amigos del conferenciante, pues es autor de “Alharilla en mis coplas”, un compendio de temas romeros dedicados a sus vivencias por aquellas tierras de María. Como Caballero Rejoneador, basado en las cinco normas básicas para optar a Califa del toreo, sentadas en el libro de Pepe Toscano, M.B. “El Cordobés” V Califa del toreo, Domingo Echevarría, demostró que don Antonio Cañero es sobradamente merecedor del título “Califa del Rejoneo”, por ser cordobés, creador de un estilo que marcó “un antes y un después” en el toreo, compitiendo con honradez, con todos los toreros de su tiempo, imponiéndose como figura máxima que atrajo de nuevo a los públicos a las plazas de toros, admirados por su nueva forma de interpretar el toreo; en palabras de don Álvaro Domecq y Díaz: “No se puede hablar de la historia del rejoneo sin nombrar a don Antonio Cañero”, aclamado y admirado por todas las plazas de todo el orbe taurino.
Sobre la relación de Cañero con el mundo cofrade, Echevarría, en su ponencia, destacó la labor benéfica de don Antonio Cañero con el Pueblo de Montoro, hecho por el que fue nombrado Hermano y Presidente Honorario de la Cofradía del Nazareno, agradeciendo la presencia de montoreños/as, entre ellos la Sra. doña Isabel León Solís nieta de don José León García íntimo amigo de Cañero. De igual modo citó la relación de Cañero con las Hermandades del Rocío de Córdoba y Huelva, así como con la Asociación Benéfica “La Sagrada Familia” de Córdoba, a la que donó los terrenos de su finca “la Viñuela”, hoy parte del barrio de Cañero, para lo que mostró, en el soporte informático que había elaborado, documentos, fotografías de la cesión, artículos de prensa y el certificado de la valoración de los terrenos del entonces arquitecto municipal, don Carlos Sainz de Santamaría, fechado en 1947, no como se dijo, incluso en prensa, que Cañero los donó a Fray Albino, en 1952, en el lecho de muerte para que éste le perdonara los pecados.
La mesa fue presentada por el Hermano Mayor de la Hermandad del Rocío cordobesa, don Bernabé Jiménez Roldán, quien resaltó que la conferencia era una deuda que la Hermandad tenía con don Antonio Cañero como reconocimiento a su labor por bien de la citada Hermandad. Pasó la palabra a don Enrique San Miguel Eraso quien presentó al conferenciante resaltando su labor, tanto en la Asociación Campera Antonio Cañero, como en la Federación Taurina, así como por su faceta de escritor y poeta.
En su exposición, Echevarría pasó la palabra a doña Mercedes Valverde Candil, académica y directora de los museos municipales, quien expuso la relación de Cañero con Julio Romero de Torres y con la Hermandad del Rocío de Córdoba, resaltando que el genial pintor realizó la pintura de la Virgen que lleva su Simpecado, en sus últimos años, ya enfermo, por encargo de Cañero, y que le fue confirmado por la propia familia del genial pintor cordobés.
De igual modo, intervino don José María Portillo Fabra, quien, además de resaltar el injusto olvido y maltrato, al que política y socialmente se ha sometido y somete a Cañero en su tierra, refirió los gestos generosos que, a través de su familia, conocía de don Antonio Cañero. Igualmente, recordó Portillo a su tío José González de Quevedo, como gran aficionado práctico a los toros, y como autor de infinidad de temas rocieros, popularizados por los grupos como “los Romeros de la Puebla”, mientras Echevarría, en la pantalla, exponía fotografías del popular sacerdote, interpretando el toreo de capa y muleta con reses de respeto.
La conferencia tuvo un refresco flamenco entre las intervenciones, a cargo de Ana Luz López Perea y José Luis Castejón Madero, dos entusiastas del mundo rociero, que siempre, como expresó Echevarría, estaban dispuestos a colaborar con su arte, en este tipo de eventos, buscando tiempo entre su familia y su trabajo, sólo por su gran amor al arte que profesan por el mundo de la canción flamenca y rociera. Fueron acompañados por esa guitarra cordobesa, amante también de todo lo bueno, Gabriel Serván Benítez, toda una vida con la sonanta pegada al corazón, para sentir los sones flamencos que afluyen a su alma, exteriorizados por sus dedos.
Después del canto a Córdoba magistralmente interpretado por Castejón, Echevarría agradeció la colaboración a sus acompañantes de mesa, al Hermano Mayor Bernabé Jiménez, y a todos los presentes, entre ellos, al actual Alcalde de Carretas, Manuel Guerrero Pulido y esposa Laura, que tanto habían colaborado en la organización del acto, terminando la velada entre sones rocieros, ricos caldos y “tente en pies” de nuestra bendita tierra.
José Luis Cuevas.
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